La ciudad a 15 minutos: ¿posibilidad o utopía?

DIPLOCAT y la asociación Barcelona Time Use Initiative for a Healthy Society han organizado la segunda sesión del ciclo internacional sobre buenas prácticas municipales en políticas del tiempo

La ciudad a 15 minutos es un concepto que todavía no ha llegado al gran público pero que desde hace un tiempo circula entre los expertos y técnicos en urbanismo que están más sensibilizados en cuestiones como la sostenibilidad y el medio ambiente. Es una iniciativa muy ambiciosa que no sólo pretende cambiar la forma en que están pensadas las ciudades, sino también los hábitos de los ciudadanos. La idea básica detrás del concepto es que todos los servicios básicos que necesitamos para nuestro bienestar y vida diaria, incluyendo el trabajo y la escuela, deberían encontrarse en un radio alcanzable en 15 minutos.

Para debatir sobre las ventajas, los problemas y los retos que plantea la iniciativa, DIPLOCAT y la asociación Barcelona Time Use Initiative for a Healthy Society han organizado un acto con el título "La ciudad a 15 minutos y la movilidad sostenible". El acto forma parte de un ciclo internacional sobre buenas prácticas municipales en políticas del tiempo que comenzó el 20 de mayo. Los invitados eran Alexiane Zelinsky, técnica de la Agencia de Movilidad del Departamento de Transportes del Ayuntamiento de París; Francesca Zajczyk, delegada de Igualdad de oportunidades del Ayuntamiento de Milán; y Mariona Conill, ingeniera del Área de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del Área Metropolitana de Barcelona.

Alexis Serra, que hasta hace unos días era el coordinador de la Oficina para la Reforma Horaria de la Generalitat de Catalunya, ha dado la bienvenida a los participantes. Serra ha explicado que es un momento de transformación de nuestra sociedad y la política debe actuar, y sobre todo es el momento "que el mundo local asuma que las políticas del tiempo son garantía de bienestar y calidad de vida de las personas". También se mostró partidario de incorporar la perspectiva del tiempo en las políticas locales y de definir "una estrategia y coordinación entre administraciones públicas de distinto nivel absolutamente necesaria".

A continuación, Eva García Chueca, investigadora senior del programa Global Cities del CIDOB, ha centrado el tema en calidad de moderadora. Indicó que la crisis económica primero, y la sanitaria después, nos invitan a avanzar en el ámbito de las políticas medioambientales, y que además la pandemia también nos ha obligado a hacer más vida de barrio. Ha alabado la iniciativa de la ciudad a 15 minutos porque combina ecología y proximidad, pero avisó de su complejidad porque implica cambios en el modelo de vida de las personas y en los usos de la ciudad.

La primera ponente en intervenir ha sido Alexiane Zelinsky, que ha hablado de la ciudad de París. Allí se han planteado tres grandes objetivos: crear "espacios de respiración" en una ciudad que es muy densa, con más zonas verdes y bosques urbanos; crear nuevos espacios de convivencia para promover la vida de barrio; y promover los servicios y el tejido económico local. Han iniciado procesos participativos para consensuar cuál es la mejor forma de lograr estos objetivos y una de las primeras conclusiones, lógica, es que hay que reducir la movilidad y que ésta pase a ser de larga distancia a proximidad. Para pasar de una "ciudad de coches" en una "ciudad de peatones" están promoviendo los carriles bici y restringiendo el paso de vehículos en una amplia zona del centro de la ciudad. Entre los principales retos de futuro, Zelinsky se ha referido a los intangibles, que por su naturaleza son los más difíciles de conseguir, porque implican cambios de mentalidad y de costumbres.

Francesca Zajczyk ha empezado con una reflexión genérica sobre la dimensión espacio-tiempo en las ciudades y luego se ha centrado en el caso de Milán, que es el que conoce de primera mano. El año pasado aprobaron el Documento Milán 2020: estrategias de adaptación, que recoge varias propuestas para repensar los horarios y la movilidad. También ha explicado un proyecto para promover el uso del transporte público para ir a la escuela y otro para promover los trabajos de proximidad, como solución intermedia entre el teletrabajo y el trabajo presencial. Zajczyk considera que tanto la pandemia como la modernización de la Administración crean una situación favorable a reorganizar las ciudades y los usos del tiempo, pero también ha avisado de un peligro conocido, como es la presión inmobiliaria que dificulta el acceso a la vivienda.

La tercera en intervenir ha sido Mariona Conill, que no hablaba en nombre de una ciudad sino del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que reúne 36 municipios. Esto hace que coincidan en considerar la movilidad sostenible como un eje vertebrador del territorio, pero que amplíen el objetivo de ciudad a 15 minutos a escala metropolitana, hasta los 45 minutos. Conill ha expuesto diversas iniciativas que se están promoviendo desde la AMB, como el uso conjunto de bicicletas o la mejora en los accesos al transporte público. También ha coincidido en que es básico conseguir cambiar los hábitos de los ciudadanos y que los desplazamientos para ir al trabajo y la escuela sean realmente sostenibles. Otro sector que hay que sensibilizar, dijo, es el de la logística y el reparto. Según ella, el gran reto es conciliar el ritmo frenético de las ciudades globalizadas con el ritmo más tranquilo que implica una iniciativa como la de la ciudad a 15 minutos.

En el turno de preguntas final se ha comentado el caso específico de las personas mayores, que a menudo quedan fuera de las planificaciones urbanas, y también de las personas que viven fuera de la ciudad pero se desplazan para ir a trabajar. Finalmente, todas coincidieron en que sería muy útil poder disponer de una red organizada de ciudades para intercambiar buenas prácticas sobre este asunto, así como dificultades y retos a la hora de aplicar los diferentes proyectos.