DIPLOCAT organiza un acto sobre la relación entre arte i diálogo

En colaboración con el Goethe-Institut Barcelona y la Delegación del Gobierno de Cataluña en la Europa Central

Ayer lunes, 13 de junio, tuvo lugar un acto sobre la relación entre arte y diálogo en el Goethe-Institut de Barcelona, ​​organizado por DIPLOCAT con la colaboración del propio instituto de cultura alemán y de la Delegación del Gobierno de Cataluña en la Europa Central. El acto llevaba por título "El arte como instrumento de diálogo en tiempos de cambio".

Tras las palabras de bienvenida de Ursula Wahl, jefe de actividades culturales del Goethe-Institut Barcelona, ​​y de Krystyna Schreiber, delegada del Gobierno de Cataluña en la Europa Central, tomó la palabra Laura Foraster i Lloret, secretaria general de DIPLOCAT. Foraster se congratuló por esta primera colaboración con el Goethe-Institut barcelonés y explicó que, teniendo en cuenta que uno de los objetivos de DIPLOCAT es promover el diálogo internacional, organizar un acto sobre arte y diálogo entra plenamente dentro de los parámetros de la entidad.

A continuación tuvo lugar una mesa redonda, moderada por la periodista Julia Macher, con las artistas Beate Winkler y Francesca Llopis, y el crítico artístico y literario Manel Guerrero, que también intervino en nombre del PEN Català. Julia Macher se refirió a un cierto "ambiente apocalíptico" para definir los tiempos actuales y Beate Winkler rebajó el tono, pero dijo tener la sensación es que "lo viejo ya se ha ido y lo nuevo todavía no ha llegado". Winkler, nacida en la antigua RDA e instalada actualmente en Viena, se dedica a realizar talleres y proyectos artísticos con gente joven y afirmó que "los jóvenes actuales no se fían de la política y por lo tanto hay que ofrecerles nuevos instrumentos de participación y el arte puede ser uno de esos instrumentos".

Francesca Llopis empezó definiendo el arte como poesía, habló de algunos de los proyectos en los que ha trabajado en los últimos años y reflexionó sobre el arte como herramienta de construcción de identidades nacionales, refiriéndose al caso de Cataluña. También Manel Guerrero entró en este debate y mostró su preocupación por el afloramiento de discursos identitarios de cariz xenófobo en la nueva era post-cóvid. "Cuando la gente tiene miedo se refugia en sus identidades, sean cuales sean", dijo Guerrero, quien habló igualmente de la labor de defensa y protección de escritores perseguidos que realiza el PEN Català.

El acto pretendía reflexionar sobre nuevas formas de cooperación para superar fronteras divisorias, ahora que el mundo se encuentra frente a procesos de cambio muy profundos. Los expertos dicen que es necesario ver las crisis sociales como una oportunidad para favorecer el diálogo entre diferentes grupos y ámbitos sociales y centrarse en las habilidades que pueden ayudar a convivir en paz en una sociedad cada vez más diversa. En una época convulsa, el arte es una fuerza clave para afrontar los nuevos retos y sin embargo se utiliza demasiado poco.