La crisis climática y la económica necesitan respuestas conjuntas

DIPLOCAT y el CADS han coorganizado un acto para conmemorar el 5º aniversario del Acuerdo de París

DIPLOCAT y el Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible (CADS) han organizado hoy, día 11 de diciembre, un debate global en línea sobre "El rol de Cataluña en la lucha contra el cambio climático: 5º aniversario del Acuerdo de París". El acto ha sido conducido por Miquel Royo, director general de Asuntos Globales del Departamento de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia.

La bienvenida del acto ha corrido a cargo de Laura Foraster, secretaria general de Diplocat, y de Marta Subirà, secretaria de Medio Ambiente y Sostenibilidad. Foraster ha agradecido especialmente a Josep Garí su propuesta de hacer este acto, en un momento muy adecuado. También ha mencionado la importancia que el cambio en la presidencia americana puede tener para la reducción de las emisiones y el cumplimiento de los objetivos. Por su parte, Subirà se ha hecho referencia a la importancia del año 2015 para el medio ambiente, ya que además del Acuerdo de París se aprobó la Agenda 2030. Ha dicho que la ley de medio ambiente catalana fue pionera, ya que Cataluña fue la primera entidad subestatal en aprobar una ley de esta magnitud y ambición.

A continuación, Josep Garí, consejero político de las Naciones Unidas en el ámbito del desarrollo sostenible, ha hecho la ponencia central con el título de El Acuerdo de París: alcance y retos. En la presentación, ha remarcado la importancia de este acuerdo como el tratado internacional más importante del siglo XXI, de alcance más internacional y que ha aportado más cambios. Garí ha dejado claro que la problemática del cambio climático es dual: tiene una vertiente energética y una vertiente económica. La novedad del Acuerdo de París se encuentra en la propuesta de medidas políticas e instrumentos financieros para promover los cambios económicos, como respuesta al fracaso del Protocolo de Kyoto, que fue el primer intento de introducir medidas para reducir las emisiones de carbono poniendo el énfasis en los países desarrollados.

Garí ha expuesto que el Acuerdo de París pone las bases a la gobernanza del siglo XXI, que se basa en la universalidad: todos los países y todos los actores. La clave es que cada país se compromete individualmente a cumplir los objetivos que él mismo, según sus capacidades y responsabilidades, se marca. Además, son objetivos públicos y pueden ser evaluados por una institución independiente, y cada 5 años deben aumentar. Por eso es tan relevante conmemorar y hablar sobre estos acuerdos en 2020, 5 años después de su aprobación. De esta manera se trata de conseguir el compromiso de todos los actores. Empresas y entidades subestatales también se pueden adherir y fijar sus compromisos y objetivos. Esta universalidad y apertura facilita y promueve el cambio hacia un mundo más sostenible. También aporta flexibilidad. Por ejemplo, cuando Trump decidió salir del Acuerdo, California aumentó sus estándares como respuesta.

A continuación, el ponente ha analizado uno a uno los artículos más relevantes del tratado y ha recordado que los mercados de carbono y financieros previstos aún no han sido desarrollados. También ha hablado sobre la importancia de la adaptación al cambio climático que se prevé en el artículo 7, porque permite ayudar a los países más afectados por el cambio climático y fue muy importante para que muchos países africanos se sumaran a la iniciativa. Finalmente, ha subrayado que el indicador de cambio no es económico, sino que la unidad que se utiliza para evaluar nuestro impacto y permite ver los efectos sobre la sostenibilidad es el carbono.

Una vez terminada la ponencia, ha tenido lugar una mesa redonda con diferentes expertos y miembros de la sociedad civil, que han reflexionado sobre el impacto y los cambios de estos últimos cinco años. Pep Canadell, director ejecutivo del Global Carbon Project, ha presentado los datos de 2020 sobre las emisiones de carbono natural y humanas. Ha destacado que las emisiones este año han bajado un 7%, lo que no había ocurrido en los últimos 200 años, pero ha recordado también que este año nos hemos quedado más en casa. Ha expuesto que desde 2019 parecía que las emisiones ya no crecían tanto, sino que se mantenían estables, lo que podía ser la primera muestra de los cambios que se han ido haciendo. Ha recordado que la mayor parte de los grandes emisores se han comprometido a tener 0 emisiones dentro de 20 o 30 años y ha indicado que el momento actual es una oportunidad única para hacer los cambios necesarios para alcanzar la sostenibilidad energética.

Alba Cabañas, consejera del CADS, ha centrado su intervención en hacer una reflexión sobre cuando empezó el interés político en el cambio climático. Ha remarcado la evolución que éste ha tenido en los diferentes niveles y la importancia de la expansión del foco de la sostenibilidad más allá de la energía. También ha recordado la importancia de integrar el sector financiero y de seguros para hacer posible la transición empresarial. Ha recordado que aparte de conmemorar los cinco años del Acuerdo de París, estos días se celebra el primer aniversario de la aprobación de European New Green Deal. Finalmente, ha hecho hincapié en recordar que la crisis económica y la climática deben encararse en paralelo y cambiar el modelo económico para poder hacer cambios en la sostenibilidad.

Marta Torres, investigadora senior en clima y energía en el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales, se ha mostrado moderadamente optimista, y ha recordado que queda mucho trabajo por hacer a pesar de los compromisos que se han adoptado y la importancia política universal que el cambio climático ha alcanzado estos últimos años. Ha destacado que la clave para el cambio es que cada empresa, país o entidad subestatal identifique cuáles son las inversiones prioritarias y marcar una línea de acción para el futuro clara pero que no cierre puertas, teniendo en cuenta la anticipación a los efectos sobre el empleo que estos cambios puedan tener, sobre todo en las PYMES. Ha concluido que cuando se sepa qué hacer y cómo hacerlo será el momento de cooperar y de hacerlo con mucha intensidad, ya que todo el mundo tendrá claro qué necesitamos unos de otros.

Desde la sociedad civil, Lucas Barrero, impulsor de Fridays For Future, ha aportado una visión realista y ha recordado que no hay muchos cambios evidentes. Hay compromisos, pero no ha habido demasiadas acciones en estos últimos años y sólo la pandemia ha hecho bajar las emisiones, pero también ha hecho aumentar las desigualdades. También ha comentado el fracaso que representa que este 2020 no se haya publicado el libro sobre las regulaciones del Acuerdo de París. Sobre la ley catalana aprobada hace tres años, ha explicado que la mayor parte de los mecanismos que preveía continúan sin haberse aplicado. Ha destacado la raíz social y ecológica de la actual pandemia y la importancia de actuar desde todos los niveles y todos los sectores coordinados, a partir de mesas y asambleas de diálogo climático.

Para finalizar el acto se ha abierto un turno de preguntas en que se ha hablado sobre la importancia de motivar a todos los sectores económicos para descarbonizar la economía y hacer el cambio hacia la energía verde, el papel relevante de la sociedad civil y de los jóvenes en los últimos años, los elementos que obligan al cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París, y la adaptación de los países pobres a los nuevos retos climáticos.

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