La apuesta catalana por la transparencia y los datos abiertos

DIPLOCAT y la Secretaria de Transparencia y Gobierno Abierto han organizado la primera sesión telemática dirigida a entes locales, presentando casos de buenas prácticas internacionales

DIPLOCAT y la Secretaría de Transparencia y Gobierno Abierto del Departamento de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat de Cataluña han celebrado hoy la primera de tres sesiones telemáticas sobre buena gobernanza de los entes locales. El ciclo se dirige sobre todo a electos y técnicos de la administración local, y ofrece una visión teórica y práctica de los instrumentos de buena gobernanza y gobierno abierto disponibles en Cataluña. También se hace referencia a los recursos que organizaciones internacionales como el Consejo de Europa y la OCDE ponen al alcance de los municipios para la innovación y la transformación del sector público.

Vídeo íntegro (en catalán y castellano):

En la bienvenida de la primera sesión, Herramientas para una buena gobernanza de los entes locales: una visión internacional, la secretaria general de DIPLOCAT, Laura Foraster, ha explicado que "el mundo local es uno de los pilares fundamentales de la entidad" y que el ciclo inaugurado hoy forma parte del Plan específico para la internacionalización del mundo local de DIPLOCAT. Según Foraster, "la buena gobernanza es uno de los temas que más interés despierta a nivel municipal, que quiere acercarse a la ciudadanía mediante la transparencia, la rendición de cuentas y la participación". También han dado la bienvenida a los asistentes Rosa Vestit, directora general de Administración Local de la Generalitat, y Bernat Solé, consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, que ha definido el gobierno abierto como "herramienta imprescindible y de país" y ha reconocido que, justamente en la actual época de pandemia, ofrecer datos fiables y abiertos y la máxima transparencia "es más necesario que nunca".

Roger Buch, coordinador en Cataluña del proyecto Asociación de Gobiernos Abiertos (Open Government Partnership - OGP) desde la Secretaría de Transparencia y Gobierno Abierto, ha hablado de esta organización, "una red que incluye más de 2.000 entidades, basada en compromisos concretos, que se toman y se renuevan en el marco de cumbres mundiales". Entre las actuaciones que se llevan a cabo, Buch ha destacado la reciente campaña "Open response & open recovery" para compartir cómo se está luchando contra la COVID-19 en cada país. Cataluña, que forma parte de la OGP desde octubre de 2020, se ha comprometido a trabajar sobre cinco temas: integridad pública y anticorrupción, haciendo hincapié en el control ciudadano; perspectiva de género y derechos de las mujeres; gobernanza territorial y colaboración entre administraciones; creación de un ecosistema de participación, que incluya activistas y movimientos sociales; y promoción de un sistema de gobernanza basado en datos abiertos.

A continuación ha habido una mesa redonda moderada por Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y representante de la Red de Gobiernos Transparentes de Cataluña. Han participado Marga Bonmatí, directora del Consorcio Adminsitració Oberta de Catalunya; Javier Bikandi, director de Atención a la Ciudadanía e Innovación y Mejora de la Administración del Gobierno del País Vasco; y Oliver Escobar, profesor de la Universidad de Edimburgo y codirector de What Works Scotland.

Marga Bonmatí ha hablado en nombre de la AOC, que forma parte de la Red de Gobiernos Transparentes de Cataluña, y ha alabado la Ley de Transparencia catalana de 2014, que ha calificado de "muy ambiciosa, que obliga a publicar mucha información, a menudo con pocos recursos, y requiere de un cambio de paradigma de todos". Por este motivo, la AOC ofrece el Portal de Transparencia, una herramienta digital única colaborativa, que actualmente ya utilizan más de 900 ayuntamientos. Entre los retos de futuro, ha mencionado la aproximación continua a la ciudadanía, con un lenguaje comprensible y información por intereses; la automatización de las actualizaciones, para facilitar el trabajo; y la vinculación con las bases de datos abiertas ya disponibles.

Desde el País Vasco ha intervenido Javier Bikandi, que ha hablado sobre la experiencia de su país en la Asociación de Gobiernos Abiertos, de la que forma parte desde 2018. Los cinco compromisos asumidos por los vascos, siempre con una base colaborativa y conjuntamente con los entes locales, son los siguientes: rendición de cuentas; datos abiertos y interconectados; fomento de la participación ciudadana; impulso de un proyecto de escuelas abiertas para la ciudadanía; y un marco común de integridad y ética institucionales. La evolución de los diferentes compromisos se sigue mediante un foro abierto. El mes de abril tienen previsto presentar un nuevo plan de acción.

Finalmente ha llegado el turno de Oliver Escobar y de Escocia. Escobar ha explicado que en Escocia hay una sociedad civil organizada "que ha contribuido a priorizar la agenda de renovación democrática y reforma de la administración pública", a menudo ligada también a una defensa de más soberanía política. La administración ha respondido con diversas iniciativas y leyes y desde el 2016 forma parte igualmente de la Asociación de Gobiernos Abiertos. Escobar está implicado en el programa What Works Scotland, de 2014, que ha sido clave a la hora de impulsar presupuestos participativos en más de 350 localidades. En cuanto a los retos de futuro, ha subrayado las reticencias que todavía existen a muchos niveles, formales e informales, también burocráticas, ante los proyectos colaborativos, participativos y horizontales.

Núria Parlon ha agradecido las tres intervenciones y las ha resumido en unas breves conclusiones. En primer lugar, que los procesos sobre los que se ha hablado hoy requieren tiempo, no se pueden hacer de un día para otro. En segundo lugar, que estos procesos son necesarios para fortalecer la democracia representativa y permitir que los ciudadanos vayan más allá de depositar un voto en una urna cada cuatro años. Y en tercer lugar, que para poder llevarlos a cabo, es necesario un cambio de cultura política y, sobre todo, organizativa, por lo que se necesitan herramientas tecnológicas innovadoras, que hagan que los ciudadanos puedan acceder de manera rápida y sencilla a la información y los datos.

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