La tala de bosques pone en peligro la supervivencia de todo el ecosistema

La ingeniera forestal peruana Tatiana Espinosa y el biólogo Àlex Richter hablan sobre el peligro de la deforestación en un nuevo debate de Casa Amèrica Catalunya y DIPLOCAT

El quinto debate del ciclo Científicas por el medio ambiente, organizado por Casa Amèrica Catalunya con la colaboración de DIPLOCAT, ha tratado sobre la importancia de controlar la tala de árboles para evitar la degradación de los bosques y asegurar la supervivencia del ecosistema que generan a su alrededor. El ciclo incluye una serie de debates con mirada de mujer sobre las grandes cuestiones que deben ser ejes de investigación científica para la preservación del planeta y de nuestras vidas, durante los cuales destacadas científicas de Latinoamérica debaten con divulgadores catalanes cuestiones como la pandemia, el clima, el agua, la biodiversidad o la montaña.

En esta quinta sesión, la ingeniera forestal Tatiana Espinosa, que lucha por proteger el bosque amazónico en la cuenca del río Las Piedras, en Madre de Dios (Perú), y el biólogo Àlex Richter-Boix, han debatido sobre el peligro de la deforestación para la supervivencia del planeta Tierra. Espinosa ha señalado que el problema de la deforestación es consecuencia sobre todo de la tala ilegal de árboles, la minería, el cambio en la producción agrícola y la construcción de carreteras. Los datos científicos evidencian el grave problema pero no logran despertar la conciencia de actuar para revertirlo, por lo que cree que es necesario "recuperar los vínculos entre las personas y la naturaleza más allá de los datos científicos". Boix ha coincidido en el diagnóstico. A su juicio, hay que pasar de un mensaje puramente científico y académico a uno más emocional. "Para enderezar el problema hace falta más sociología que ecología", ha dicho.

Espinosa ha sido contundente al afirmar que los bosques son necesarios para combatir el cambio climático, porque ningún proceso de reforestación o replantación de un bosque podrá recuperar toda la esencia de un bosque primario (no reforestado). El bosque constituye una estructura vertical de una inmensa variedad de plantas que generan el hábitat de miles de organismos. Para evidenciar la importancia de los bosques, Espinosa ha puesto sobre la mesa unos datos sorprendentes: un solo árbol puede acoger hasta 5000 especies distintas de insectos y un árbol grande como los de la Amazonía bombea hasta 1000 litros de agua al día, creando los llamados "ríos voladores", unas corrientes de aire que transportan esta agua a zonas más elevadas, favoreciendo la generación de ríos que después ayudan a nutrir núcleos poblados elevados. Por su parte, Boix ha reafirmado este argumento señalando que la deforestación pone en riesgo a un total de 10.000 especies de seres vivos y puede cambiar todo el ecosistema.

Según Espinosa, nos encontramos ante la sexta extinción masiva de la especie de los vertebrados producida por los humanos, es decir, por vertebrados mismos. L'Amazonía está llegando a un punto de no retorno, a partir del cual puede colapsar. Si colapsa, degrada el bosque y éste deja de emitir agua y prestar servicio a todo el ecosistema que lo rodea. La ingeniera ha señalado que su labor en Perú es importante porque a pesar de que cuando se habla de la Amazonía todo el mundo piensa en Brasil, hay que tener presente que el 50% del territorio de Perú es Amazonía, la mayor extensión después de la brasileña. En este sentido, ha puesto como ejemplo que en 2020 Perú estableció un récord de superficie deforestada, equivalente a 1.150 estadios de fútbol al día.

Espinosa ha explicado que otro de los factores de la desaparición de los bosques es la minería, que aparte de causar contaminación también comporta el tráfico de personas, mientras que la construcción de carreteras es la pieza inicial en el proceso de deforestación. A partir de aquí, se establece una cadena que se inicia cuando las zonas deforestadas se queman para iniciar un nuevo cultivo y, al ser zonas degradadas, el incendio se extiende quemando zonas de bosque primario.

En cuanto a la necesidad de reforestación para mantener el equilibrio y los recursos naturales, Espinosa ha puesto el ejemplo del Shihuahuaco, un tipo de árbol de madera dura de muy buena calidad por su resistencia, pero cuya tala no es sostenible porque necesita muchos años para volver a crecer. Por eso, afirma que es necesario parar la tala de los árboles de madera dura. No sólo se trata de conservar los bosques, sino también de no degradarlos, porque en definitiva son "bancos genéticos", ha dicho.

La ingeniera peruana ha explicado que los árboles grandes están conectados con los árboles pequeños, estableciendo cadenas neuronales mediante las que comparten recursos e información. Al cortar los árboles grandes, estamos cortando "el centro de energía del bosque" y generamos la cadena de deforestación. "Estudiamos los árboles como un producto que nos facilita madera, pero deberíamos estudiarlo como un ser vivo, que nos lo da todo", ha dicho Espinosa, que cree que "estamos matando la gallina de los huevos de oro".

Próximas charlas

El ciclo Científicas por el medio ambiente pone el foco en científicas que han brillado por su perseverancia y éxito en la defensa de algún ámbito de investigación de la Naturaleza. Son mujeres que se han convertido en un referente en su materia, que han creado escuela de trabajo o han hecho algún descubrimiento científico determinante, que han firmado en destacadas publicaciones científicas y han recibido premios internacionales.

En las últimas dos sesiones del ciclo participarán Brigitte Baptiste, directora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt en Colombia durante ocho años, y Yolanda Kakabadse, impulsora de la Declaración para la Sostenibilidad Medioambiental en América Latina . Las acompañarán los divulgadores científicos catalanes David Bueno y Vladimir de Semir.